La vida se arremolina alrededor de los soñadores, vivos de ojos abiertos que en su exultante euforia persiguen vivificar su existencia al límite. No hay instante que no deseen exprimir al máximo.
Quiero sentirme siempre como en un continuo campo de trabajo, sentirme siempre en paz, sentirme siempre a punto de exprimir mis sueños.
Ahí me siento en completa calma porque vivo como deseo, en completa libertad viviendo el momento.
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