allí me descubrí a mí,
a mi gente,
a personas que nunca podré olvidar:
Me encontré de frente con la libertad,
con la amistad,
con la amarilla intensidad del instante que se comparte
sin importar nada más.
Un poco fue eso, habitar bajo vuestra sombra.
Ser libre, ser feliz.
Ahora escribo de nuevo,
escribo esta vez para mí.
Escribo para no olvidar quién fui
en la vida líquida y salvaje vorágine del no parar.
Fluir.
Sin que nada más importe.
Nada más que sonreír.
Libre.
Por fin.
Y es que yo lo quería todo
y yo no me conformaba con menos.
Por las dudas, si se acercan,
Acelera.
- Sonrisa poeta (A la sombra de los robles)
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