miércoles, 17 de febrero de 2016

Los sueños matan más almas que las pesadillas

Y hacía mucho que no lo sentía
ver
como la oscuridad me invadía
y la tristeza
me llena
el alma de pena,
y vaya mierda de poesía
te diría,
y sería verdad,
porque estoy rimando palabras y sílabas sin más,
sin tener sentido ni para decir y callar,
y no sé,
creo que la fastidié
que la prueba nunca la superé
y en que en infierno me caeré,
ojalá algún día volverte a ver.

Y mientras tanto lloro en una esquina,
o en un rincón,
por lo que no supe hacer
y por todo en lo que fallo yo,
a diario,
en clave de sol,
como si eso fuese a hacer mejor estas rimas,
estas letras de esta ridícula poesía,
que no sé por qué llegué a creer que saldría bien
que los demonios solo servimos para poseer
y dañar,
dañar
y poseer,
y mientras tanto inundar de oscuridad todo que pudiste llegar a amar.

Hubo un día que soñé
y fracasé,
ojalá no haber hecho nada
y en una esquina simplemente perecer,
pero por pereza pasé
y ahora,
de paso,
veo pasar ante mis ojos el pasado.

Hubo un día en que pensé
que todo saldría bien
que la vida sería fácil
y que mal que bien
todo saldría hacia adelante,
me equivoqué
y hasta ahora no lo sabía,
pero iba en caída libre al infierno,
otra vez,
ojalá no haber hecho nada
y simplemente
perder-
me
el norte
de una maldita vez.

Ojalá no haber soñado con que todo saldría bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario