Me he acostumbrado demasiado a bailar sobre mis propias ruinas.
II
Las peores heridas son las que no nos arrepentimos de hacer.
III
¿Cuánta poesía somos capaces de escribir cuando estamos mal?
IV
Mi mayor perdición
cuando se produce un desastre
es que solo sé hacer una cosa:
La constante huida hacia adelante.
V
Mi infierno no fueron tantos desastres
como la gente me quiso hacer creer.
VI
Necesito la libertad
que solo puede darme la poesía en movimiento.
VII
Viájame de aquí.
VIII
Y puede que nunca llegue hasta el fin del mundo.
* * *
No te preocupes, Daniel. Yo me acordaré por los dos.
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