conscientes
de que no podremos dar
vuelta atrás
a las manecillas del reloj.
Y la vida
ligera como el viento
se esfuma en un instante
sin saber
que nosotros
quedamos solos
y desamparados.
Podríamos intentar seguir...
pero ahora el mundo no se para
y nosotros
aquí
estamos en suspensión
como polvo en el aire
esperando
un milagro divino en el que no creemos,
pero al que nos aferramos
como última y remota posibilidad
de escapar de todo este dolor
y que todo sea mentira
y que todo fuese como era
incapaces de asumir
este presente de ausencias
en el que no estás.
Teníamos planes y sueños
y después de todo esto
ahora solo tenemos sueños
y muy pocos planes
para lograr sobrevivir
hasta que pase este dolor tan hondo que nos atraviesa
y vacía el pecho.
Siento
no saber hallar descanso ni consuelo.
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