Somos volátiles en un mundo de incertidumbres,
palabras huecas
tratando de ser luces,
sombras en ruinas
aferrándose a la miseria,
nos olvidamos de nosotros
para construir un nuevo nosotros
y mientras tanto
vamos caminando,
dando tumbos,
de un lugar a otro,
buscando pedazos rotos que atesorar en sonrisas durante unos instantes
para huir rápidamente,
antes de que el amor llame a las puertas del sexo casual y fortuito.
Rompamos la niebla de estos gritos,
tratando de construir algo bonito.
Resultará imposible
cuando solo nos quieran
para escapar de este rito
de dolor
que es la búsqueda incesante
de placeres y desamor.
Tristes desnortados
jugando a buscar una nueva razón,
a ser instante fugaz
marcando a fuego la piel y el corazón.
Hoy te recuerdo,
mañana te olvido,
ayer ni existimos
y en estos tiempos líquidos
eso es lo mejor que puedo ofrecerte
ese pedazo breve e inconmensurable
de vidas
que compartimos.
Durante un relámpago deslumbrante de tiempo
que ardió intensamente como una vela
hasta que se apagó.
Y continuamos nuestra búsqueda.
Y vuelta a empezar.
Somos demasiado volátiles en un mundo de constantes incertidumbres.
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