lunes, 10 de junio de 2024

Relatos de Bulgaria (I)

El calor pegajoso pegado a la piel mientras los pájaros cantan y los ágiles aviones saetean en filigranas rasantes el cielo. Estoy sentado entre las ruinas de las termas de Varna, descansando, escribiendo, bebiendo una marca energética estilo Monster pero llamada Hell. He dormido poco hoy, apenas 5 horas a intervalos de no más de 30-40 minutos (los más largos). Aprovecho ahora, en un banco, a recuperar fuerzas en las piernas y recargar el móvil. 

El cielo está plomizo y pese a ello brilla.

Me siento extraño. Hoy a la noche llegaré a Sunny Beach. Se nota que estoy cansado, las frases que escribo son inconexas.

He visitado el museo arqueológico, me ha gustado. Me ha permitido hacer repaso a la historia de Bulgaria y, sobre todo, de esta zona de la costa del Mar Negro. Ahora tengo un poco más de contexto para comprender esta realidad.

[...]

Voy a caminar, ahora que me siento más fuerzas y más descansado.

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