domingo, 1 de febrero de 2015

Las serpientes también tuvieron sueños

Dicen que las palabras son como ríos que el tiempo se lleva, escapándose entre los dedos. Cosas bonitas que se dicen en momentos poco bonitos. Momentos en los que la suerte te abandonó y las probabilidades de un dado no son de una entre seis.

Dicen que el tiempo lo borra todo. "¡INK! ¡Error!" Exclama una voz de hojalata y robotizada. Los sentimientos solo se vendan y se encierran en algún lugar profundo y oscuro, una gruta salvaje que los aprisiona con cadenas de dolor y sufrimiento. Mejor. El hades no está hecho para los vivos.

Dicen que un clavo saca otro clavo. ¿Por qué no un parche que cura una herida? Suena igualmente mal, pero ¿acaso existe una forma bonita de decir sustituta? No creo. Las cosas claras y directas, a la cara y sin miedo; quizás así el mundo sea cada vez un poco más sincero; un poco más libre; un poco mejor... En definitiva, un poco más humano.

El código no opina igual. Más = mejor. Eso dice el bro. No se. Pero a veces eso es... tan poco; tan solitario.

Quisiera ser un lamento al viento; polvo de estrellas; fractales sin clasificar.

Pero en el fondo solo soy un puñado de palabras escritas en la arena.

Vigo mientras suena la sinfonía de la primavera.

Un otoño que se desespera y quiso ser reflejo.

Un chupito de tu sudor añejo.

Un susurro, un espejo,

de lo que fui

y se perdió

de alguien que no se encontró.

Solo soy una serpiente que soñó

con ser dragón.


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