lunes, 16 de noviembre de 2015

Tras de mí

Tras de mí dejé los recuerdos de una vida,
memorias que guardo en pequeñas cajas de tesoros
en el arcón que hay en el cabezal de mi cama.
Ahí, dentro de una de esas cajitas,
junto al azulejo de piscina y la castaña de la suerte
-de esas que no sirven para comer-
escondo un puñado de textos y fotos sobre lo que dejé al vivir.

Tras de mí dejé 5 amores,
uno de ellos, el más frustrado, fue el primero.
Dejé también una decena de besos sin dar,
varios de ellos de los que me arrepiento.

Tras de mí dejé varias amistades,
unas veces fue culpa mía,
otras tantas,
simplemente fue el tiempo.

Por el camino viví varios veranos de idilio,
aunque si soy sincero,
nunca tuve un verano típico de niño de pueblo,
y la verdad es que lo echo de menos.

Tras de mí dejé cicatrices a varias personas,
unas intencionadas, y otras experimentos,
a veces sobreviví tanto a costa de los demás
que ahora quedé a deber hasta el aliento.

Di pocos abrazos,
y demasiadas veces dos besos,
pero los escasos que di,
reconozco que fueron verdaderos.

Tras de mí dejé cientos de fotos,
casi 100 viajes,
y un puñado de cartas en castellano y francés
sobre un amor que creo que aun siento.

Me emborraché con colegas,
y con el hachís cumplimos el tópico
de disertar sobre la existencia,
y darlo todo en conciertos.

Tras de mí dejé 200 poemas,
y 300 canciones,
24 capítulos de una serie,
y un puñao de cortos por lo menos.

Cumplí un par de sueños,
aunque más de una docena están por cumplir.
Me perdí en veinte miradas,
y con la mitad sentí miedo.

Tras de mí dejé oportunidades perdidas,
fantasías sin cumplir
y alguna que otra borrachera 
en la que hice el amor sin apenas conocernos.

Por el camino leí cientos de libros, 
y la mitad me marcaron y sorprendieron,
varias películas para pensar
y dos guitarras que soportaron mis desafinamientos.

Tras de mí dejé medallas,
victorias y derrotas, 
y algún que otro talismán 
que sigo llevando al cuello.

Tras de mí dejé las memorias de una vida
que escribiré algún día en besos impresos,
mientras tanto quedan aquí,
por si alguien logra soñar junto a mis recuerdos.

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