domingo, 12 de mayo de 2019

No hay prisa en la Ría cuando el sol se va

Giro en una rutina de desenfreno
me encuentro con el momento sumergido en el recuerdo
mar de salitre en un océano de paz
dónde queda la libertad
cuando todo consistía en vivir otro día
como si no hubiera mañana
y el ayer ya se quedó allá atrás
me busco sin parar
tratando de encontrar
todo lo que un día me atreví a soñar.

Relajado en la playa al atardecer,
las miradas que se escapan al vernos crecer,
hablando en un camping hasta las 3 de la mañana,
o tirado en la hierba observándonos a nosotros
dejando que el tiempo vuele en Ortigueira,
las noches de fiesta y alcohol,
las orquestas en las fiestas de pueblo que no tenemos
los barrios son nuestro orgullo y ejemplo,
ya veré lo que me espera
cuando sea la hora de echar cuentas,
mientras tanto acelera y quema rueda
que aún somos jóvenes como para fumarnos el viento.

Las tardes en cualquier parque o banco,
asaltando al amor sin esperarlo,
o fantaseando con la guerra en la cama y la paz de dormir a tu lado,
podría hacer una lista de repasos,
pero prefiero sonreír y brindar por lo logrado.


No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y rememorar,
y que nadie nos espere cuando todo vuelva a girar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.


Pásame esa copa, tío,
que todavía queda camino hasta el amanecer,
otra vuelta sin saber dónde caer,
del Orzán al Playa sin perder
el rumbo entre tanto grupo por el que deambulo
saludando a unos y otros
como si no nos hubiesemos visto, vaya locos,
debatiendo caña en mano en el Faluya hasta agotarnos,
y volviendo luego a Monte Alto con el sol saludándonos.

Vivo por el camino en busca de una vía rápida,
evitando pagar peajes para que nada me detenga,
esperando una noticia nueva,
una nueva treta,
una nueva manera de vencer al tiempo que tras la resaca se recupera
y hace cuentas por las horas soñadas,
me mudo del mundo real a las palabras,
te destejo filigranas,
duermo tirado en la arena de la playa,
y hago de tus piernas mi trinchera y almohada,
simplemente ¡vuela!


No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y rememorar,
y que nadie nos espere cuando todo vuelva a girar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.

No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y recuperar
todos los momentos en los que nos sonreímos al descubrirnos despertar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.


Temo que la lluvia me haga viejo
por eso he llenado de soles todo el espejo,
sucumbo al exceso
flirteo con el dolor y el miedo,
y escribo versos para llenar la pared de tiempo y deseos.

Podría repartir la baraja,
al uno o al gilipollas
para que nadie se caiga
de esta pista sin frenos que es el verano sin emergencia ni salida
podría desdibujar la rutina,
por lograr atinar otra partida
y que todo sonría
pues ya solo quedan por delante 3 meses de fantasías.

Dormito en la finca con un libro en mano,
boli bic y libreta para atrapar el verano,
la gorra para que el sol no nos pille despistados
y kilómetros a la espalda quemando carretera de tu mano.

Me echo la mochila al hombro,
perfilo mapas de carreteras y trenes que pasan de largo
lloro cuando tropiezo más de lo necesario,
y río cuando brindo por todo lo que he ganado con los años.


No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y rememorar,
y que nadie nos espere cuando todo vuelva a girar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.

No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y recuperar
todos los momentos en los que nos sonreímos al descubrirnos despertar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.


Giro en una rutina de desenfreno
me encuentro con el momento sumergido en el recuerdo
mar de salitre en un océano de paz
dónde queda la libertad
cuando todo consistía en vivir otro día
como si no hubiera mañana
y el ayer ya se quedó allá atrás
me busco sin parar
tratando de encontrar
todo lo que un día me atreví a soñar.


No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y rememorar,
y que nadie nos espere cuando todo vuelva a girar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.

No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y recuperar
todos los momentos en los que nos sonreímos al descubrirnos despertar.

La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.


No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y rememorar,
y que nadie nos espere cuando todo vuelva a girar.

No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y recuperar
todos los momentos en los que nos sonreímos al descubrirnos despertar.

No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y rememorar,
y que nadie nos espere cuando todo vuelva a girar.

No hay prisa cuando el sol se va
ya nadie nos puede olvidar,
brindo por soñar,
y recuperar
todos los momentos en los que nos sonreímos al descubrirnos despertar.


La vida en la Ría
sigue cada día
huyamos de la rutina
y asaltemos a risa armada otra sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario