viernes, 9 de octubre de 2020

Belleza entre ruinas

Lo peor del dolor es saber disfrutarlo.
Ahí ya estás perdido.
Es como esos cigarrillos que dejas tirados en cualquier lugar, y termina ardiendo todo el bosque, toda la vida, toda la humanidad
y solo quedan lágrimas que dejar deslizarse
porque tras haberlo destruido todo
solo hay dos opciones:
llorar
o seguir,
y una es demasiado dura
y la otra demasiado irreal.

La tercera vía es caer,
por ver si entre tanto dolor
comprendemos que lo que nos excita no es la herida
sino la cicatriz que queda después
como victoria de nuestra memoria
al hundimiento.
El sobrevivir.

No sabría decirte buenas noches sin una nutria y un corazón,
solo espero que lo entiendas
cuando en la noche te vuelva a echar de menos
y te susurre ojalá estuvieses aquí
abrazándome.


La tercera vía

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