domingo, 4 de octubre de 2020

Cenizas consumidas

La mirada abrasada en un desierto de asfixiante hielo que todo lo arrasa, mientras la arena convierte el onírico infierno de hirviente tierra quemada en una tierra yerma en la que solo habita el silencio.
Seguir, solo seguir, para no vivir el día de después a la calma, para no vivir la estabilidad, esa estabilidad que ya hemos olvidado incapaces de comprender cómo vivir sin ir siempre más y más allá. ¿Cómo vivir sino? Si no queda otra cosa ¿Cómo vivir? 
Sencillamente ¿Cómo vivir
en este infierno en tierra que es el infinito desierto de la mirada ardiente que todo lo consume a su paso.

Morir
Morir
Morir para seguir.

Morir
Morir
Morir para seguir.

Entre estertores, demonios y fantasmas que devoran nuestras noches, que desgarran nuestros sueños.

Ya no hay cura para los dolores que me atenazan.
Ya no hay cura

Solo esperanza de seguir siempre más allá
Hasta el límite mismo del alma.

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