domingo, 6 de agosto de 2017

Rincones escondidos de la poesía de viaje

Entre los canales de nuestras legañas te encontré,
como la sonrisa,
como las lágrimas,
como la poesía de un atardecer.

Entre las relampagueantes saetas del cielo
me fugué,
y jugué a las escondidas con la vida,
y entre tu risa te hallé.

Me perdí en mil callejuelas sin nombre,
cien cartas sin destinatario,
cincuenta rimas escritas de memoria

y veinte poemas de amor
todos adornados de viajes
junto a ti.

recompuse las fuerzas entre lienzos y acuarelas,

arte en cada tormenta,
rayos que en ti no cesan;
salidas a esperanzas sin prisas entre las sábanas de tu vida,

y te veía
como diría ella,
saboreando el instante en un verso:
te probaría como los panaderos cuando prueban el pan:
con la boca,
y yo
le besaría la nariz
y eso
sería más que cualquier artificio escrito que pudiera decirle,
porque la ría
recorre el mundo
y allá por donde ella pisa
el mundo se ilumina.
                      Como un horizonte infinito de poesía.

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