A veces soy feliz a lomos de un verso indomable
y Frontela es un tipo que caza demonios en su propio coto privado.
Temía que la lluvia me hiciese viejo
y acabé llenando de soles todo el espejo.
Así que miré hacia el Atlántico y la Ría,
aprendiendo en Peniche a coger fuerzas para resistir.
Y construí este baluarte con el que quitarnos el frío
al calor de nuestros dedos.
Y es que la poesía es,
en definitiva,
un arma al servicio del pueblo.
Mañana Generación Rota verá la luz al fin
y yo miro a mis orígenes y procuro sonreír por ella y por ti.
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