Cojamos una mochila, la poesía y nuestras canciones
y fuguémonos a dónde comienza el horizonte.
Caminemos sin rumbo por las calles de cualquier mapa
y perdámonos por sus rincones
para encontrarnos en nuestros versos
y entre risas, helados y besos
saborear los recuerdos de las fotos que nos hacemos.
Y pisar nuevos lugares por explorar
y subir a decenas de trenes sin destino,
surcar senderos que hacemos camino
y miles de historias que contar
cuando nos sentemos a esperar el próximo autobús a cualquier sitio.
Cojamos una mochila, la poesía y nuestros sueños
y marchémonos lejos dónde los atardeceres son eternos.
Vivamos intensamente como si estrenásemos sonrisa,
ilusionémonos al vernos como cuando elegimos viaje,
y marquemos paisaje con el dedo,
de pueblo en cuerpo,
de piel en país,
probándonos en el aroma de cada ciudad.
Y lleguemos hasta donde nunca esperamos llegar,
y sigamos mucho más allá,
hasta llenar todos los momentos de una vida
en una suave fotografía
que mirar cuando estemos programando nuestro siguiente paso a dar.
Cojamos una mochila, la poesía y nuestras canciones
y fuguémonos a dónde comienza el horizonte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario