Somos torres del silencio
que se yerguen vacías
en ninguna parte.
En medio del desierto
solo puedes escuchar el viento,
lo demás es nada.
Nada que lo baña todo
bajo el sol abrasivo
de la muerte silenciosa.
Quiero yacer eternamente
en una torre silenciosa
que nadie me recuerde.
Silencio que me olvida,
desaparecer para siempre
en la más absoluta oniria.
Todo vacío, todo eterno
silencio voraz
en la inmensidad del tiempo.
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