Busqué por todas partes
y hallé respuestas para las cumbres más altas
llegar a la cima del cielo puede parecer complicado
pero solo si te crees suelo,
solo si te crees suelo.
Abrí mis brazos y eché a volar,
al menos en mi imaginación,
y miré hacia los lados
y me encontré acompañado
ya no estaba solo
ya no había soledad
sino gente impulsándome a caminar.
Y escalé y escalé
viendo parajes maravillosos
el mundo a mis pies se abría
y los pájaros revoloteaban a mi alrededor
como la niebla que se abre paso entre las montañas
diluyéndose entre los sueños.
Allí colgado,
a cientos de metros de altura,
el mundo parecía un lugar más sencillo,
el lugar era un mundo más bonito,
y cogí aire y seguí ascendiendo.
El cielo me esperaba.
El cielo me espera.
Y cuando ya estaba arriba
solo pude sonreír por haberlo conseguido,
y cuando ya lo había conseguido
solo pude reír a carcajada limpia
por no haberme rendido,
y cuando ya no me había rendido
ya había ganado,
cuando no me había rendido
ya había ganado,
ya había ganado.
Y caminé con mis sueños en la mano.
Y fui feliz.
El cielo se abría ante mí.
Y fui feliz.
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