miércoles, 27 de noviembre de 2019

La belle au bois s´est reveillé

Busqué por todas partes
y hallé respuestas para las cumbres más altas
llegar a la cima del cielo puede parecer complicado
pero solo si te crees suelo,
solo si te crees suelo.

Abrí mis brazos y eché a volar,
al menos en mi imaginación,
y miré hacia los lados
y me encontré acompañado
ya no estaba solo
ya no había soledad
sino gente impulsándome a caminar.

Y escalé y escalé
viendo parajes maravillosos
el mundo a mis pies se abría
y los pájaros revoloteaban a mi alrededor
como la niebla que se abre paso entre las montañas
diluyéndose entre los sueños.

Allí colgado,
a cientos de metros de altura,
el mundo parecía un lugar más sencillo,
el lugar era un mundo más bonito,
y cogí aire y seguí ascendiendo.

El cielo me esperaba.

El cielo me espera.

Y cuando ya estaba arriba
solo pude sonreír por haberlo conseguido,
y cuando ya lo había conseguido
solo pude reír a carcajada limpia
por no haberme rendido,
y cuando ya no me había rendido
ya había ganado,
cuando no me había rendido
ya había ganado,
ya había ganado.

Y caminé con mis sueños en la mano.

Y fui feliz.

El cielo se abría ante mí.

Y fui feliz.

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