jueves, 28 de noviembre de 2019

Maté todos los pájaros con mi mirada, su estridencia me atormentaba

La noche llora entre la oscuridad
y solo hay inerte vacío en ninguna parte,
cielos en sombra
que golpean,
atormentan,
destrozan;
lloraste por las glorias pasadas
y ahora solo quedan ruinas colapsadas
en este baile de necrópolis olvidadas.

Siempre,

siempre,

todo fue un fúnebre rastro de máscaras,
un miserere perdido entre los ríos del olvido,
un futil canto de invasiones que aplastan la memoria,

pero la ciudad ya cayó
la ciudad ya calló
y no queda nada más que silencio y espacios vacíos
entre los núcleos que irradian vida
todo se repliega
como la luz
como el calor
y solo queda frío
y solo queda oscuridad
y solo queda un llanto apagado con que robar el tiempo.

Por miedo,
por miedo,
por dolor
ausencia
y miedo,
lamentamos la miseria de estos siglos que nos ha tocado vivir,
el desierto ya se lleva todo
y todo se lleva la vida,

volvimos rápido a ninguna parte
y ahora vamos caminando ciegos
entre mariposas cadavéricas
entre títeres calavéricos

olvidando soñar
olvidando vivir

saltamos de los acantilados
por ver cómo nos despeñábamos en mil pedazos
por ver la sangre en el agua
por ver el silencio en los peñascos

y por qué

supimos morir

y por qué

aprendimos a morir

Cuando no quede nada
soplará la muerte
ya no hay aire
ni paz
ni nada

pero hay un sinuoso sendero que se pierde a lo lejos
consciente de que no tiene sentido
ir hacia allí

los pianos acompasan su paso entre las brasas de todas las hogueras que ardieron en ciudades en llamas que solo logran emitir chillidos a la noche entre el humo de la putrefacción lejana que todo se lo llevó siempre más allá de todos los sueños rotos

y apagado
todo se fue
y apagado
todo se fue

reconozco las miradas rotas en mi propio rostro

y para qué quiero vivir
si voy a ser infeliz
y para qué quiero vivir
si voy a ser feliz

a
ver
si
a
base
de
repetírmelo
me lo memorizo de una vez y me atrevo a dar el paso en falso hacia el descanso eterno

a ver si
a ver sí
a ver si supe sonreír con los huesos rotos de tantas ostias que me di

entre el humo del cigarro me perdí

entre la niebla del mundo sucumbí

y ahora ya nada
y ahora ya no hay nada
y ahora ya no queda nada

y ojalá solo sea todo nada

y no tener que seguir dando vueltas en este absurdo mundo de sinrazones

y ojalá

y ojalá

y ojalá morir aquí

de una vez y para siempre.






Y que esta sea la definitiva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario