Toda poesía es hostil al capitalismo.
Juan Gelman.
Toda poesía
para llamarse poesía
debe ser hostil al capitalismo.
Debe defenderse con uñas y dientes,
plantar cara a la opresión,
alzar miradas de esperanza
y empuñar banderas de revolución.
Toda poesía
para llamarse poesía
debe ser hostil al capitalismo.
Debe arrastrar en el viento simientes,
hundir raíces, tender puentes,
ser flama que todo lo cambia,
brindar la mano a la amistad, al amor.
Toda poesía
para llamarse poesía
debe ser hostil al capitalismo.
Debe cuestionarse y revolverse,
soñar siempre con algo mejor,
ser libro armando batalla
y trinchera para alzar nuestra voz.
Toda poesía
para llamarse poesía
debe ser hostil al capitalismo.
Debe levantar clavos en plazas fuertes,
delinear memorias, tejer clase siempre,
ser luz irreductible que solo avanza,
compartir el mañana, ser libertad, vivir en canción.
Toda poesía
para llamarse poesía
debe ser, por encima de todas las cosas, hostil al capitalismo.
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