Quizás pronto... Puede que pronto... El salto al Atlántico se presente ante mí y pueda llegar a ese sueño que a día de hoy no es más que un espejismo entre la bruma.
Viajar es un arte solitario. Lo olvidé hace tiempo y ahora es tarde para no golpearme en la caída. Quizás por eso solo me queda volver a amigarme con la soledad y hacerla compañera de viaje. Ella, la soledad, nunca me abandonaría.
Y si más hay, más allá llegaría. Puede que me atreva a dar el salto. Solo puede... Y entonces en lugar de soñar... Lo viviría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario