cuando nos despertamos
lo primero que vimos fue que todo estaba igual
y nada había cambiado:
En el parque nuestros abuelos seguían intentando dar pan a las palomas
mientras las gaviotas acechaban desde lejos
-siempre dispuestas a sacar rédito sin esfuerzo-,
la sequía era la misma, y aunque el sol nos animaba a salir,
nosotros veíamos los rosales marchitos y nos preguntábamos por qué seguir.
Y esa noche,
cuando miramos por la ventana
chocamos con la realidad,
entre nuestras 4 paredes de siempre se estaba bien,
pero ya iba siendo hora de salir de una vez
y conocer gente nueva con la que echar a volar.
Y esa noche,
nos sonreímos y le echamos ganas,
nos dijeron que no podríamos y que lo nuestro terminaría,
les escuchamos con respeto,
pero dijimos: <<no gracias, sabemos que hacemos lo correcto,
porque juntos avanzaremos
y ya nos darán las gracias nuestros nietos.>>
Y esa noche,
cuando salimos de la burbuja de felicidad
chocamos con la realidad
y vimos que el sol aun no brillaba fuerte,
que el cielo seguía cubierto;
y tuvimos miedo
por lo que pudiera pasar
y aun así, muy a su pesar,
nos dimos la mano para dar un paso más,
y otro
y otro
y otro,
hasta que de echar a andar pasamos a soñar,
y de soñar pasamos a luchar por cambiar nuestro hogar,
y nunca nos arrepentimos
porque aunque no siempre sea fácil
sabemos que lograremos ganar,
y su verdad dejará de serlo
y será nuestra libertad.
"Si vas a dar un paso atrás que sea solo para coger impulso."
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