no recordaba lo triste que era
y eso no estaría tan mal
si no me viese reflejado en cada puto poema.
Intento nadar a contra corriente
surfear sobre cada una de las lágrimas de Escandar,
y solo consigo ser otro afluente
de todas esas miradas que ya no reflejan alma.
"Yo tuve un reino, y le llamé hogar",
es cierto, yo también lo soñé
tan real que lo palpaba entre las manos
y ahora solo veo como todo pasa de largo
mientras sonrío de medio lado
como un imbécil:
No abracé suficiente a la felicidad.
Estoy releyendo todos esos fragmentos del corazón
y por más que lloro no veo ningún pedazo del mío,
romperlo en añicos no ayudó,
solo queda sentir la soledad y su frío.
Intento nadar a contracorriente,
pero ya no hay poesía,
solo un sendero de risas muertas
donde un día debió de estar mi futuro de vida.
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