ojalá alguien fuese capaz de valorarme.
Empiezo a pensar que la culpa es mía
y que jamás podré ser valorado y reconocido
que solo soy un trozo roto
que a nadie importa.
En ruinas me he quedado
y ya no hay forma de arreglarlo
el pasado es una sombra constante,
eterna
y nuestros rostros
sombras difusas de lo que un día fueron.
No queda nada...
no queda nada...
solo dolor,
tristeza
y sufrimiento.
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