Escupo
mil fragmentos de mi pecho
como un trozo de mierda en el suelo
que no logras esquivar
de camino al trabajo en esta sucia vida.
Y elijo perderme
en un laberinto de espirales,
la muerte anda cerca
y el olor a muerto
ya apesta hasta el cielo,
solo nos queda seguir
por miedo a que el infierno
sea algo peor que este basurero.
La pura respuesta a la razón
me razona sin ningún sentido
que la lógica nunca ha existido
y que en mi tumba hace frío
y el nicho está solo y vacío.
Me miro al espejo
y el reflejo solo refleja
esta asquerosa presa
de un mundo de puercos cerdos.
Ya no sé a donde ir para no seguir perdiendo el tiempo,
o pronto arderé como un incendio
o fiambre con un cable
sin sentir deseo ni hambre,
solo espero que el fin no esté lejos
y el final no sea tarde.
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