martes, 8 de noviembre de 2016

Te he escrito tantas cosas... y ya te lo dije una vez: me sigue pareciendo tan poco

Las esporas de la poesía ríen cada día al vislumbrar tu sonrisa sobre las cornisas que reflejan el sol del mediodía,
la vida,
te anima,
al alcanzar e igualar tu paso sin prisa,
como una suave melodía verde y amarilla que te mece como el mar en calma en el suave y acogedor vaivén de la orilla,
respira,
la brisa te da forma y te acaricia
como una leve tiza que te dibuja hoyuelos en tus mejillas,
agudiza
tu ingenio en este dulce sueño que es el roce de tu ser y que me eriza la piel al ver como nos volvemos a leer sin necesidad de medias tintas ni de papel,
ven,
y compongamos una rima que esquiva a la armonía que te quieren imponer,
ven,
y volvamos a besarnos con el fondo del más bello atardecer:

el que dibujamos tú y yo al volver a ser dos en uno a la vez.

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