jueves, 26 de enero de 2017

Despierto con pocas ganas, como expulsado del cielo

Hoy rebuscaba por los rincones de mi escritorio en el ático con olor a Atlántico, y he encontrado esto de hace año y medio, cuando me encerraba en otro cuarto y veía poco la luz del sol en una fría habitación que nunca tuve con quien compartirla. El calor de junio se había perdido por algún lugar de la ciudad, la alegría se la había llevado el viento, y yo:
me dedicaba a sobrevivir a base de pasta y cheetos mientras devoraba un capítulo tras otro de Sobrenatural hasta altas horas de la madrugada.
No es poesía, 
y tampoco es rap,
pero sí eran heridas que en la oscuridad debía supurar mientras buscaba entre mis escombros el camino a la felicidad.

Coruña 24-6-15

Escribo una sinfonía de parcas
que marcan
las pausas
de mi condena
y lo digo
tengo cuidado
de la espera
pero sin miedo al halago
lo acepto
sin esmero
y veo
que la ceniza ya vuela
por encima de las hogueras,
y los amplis desgarran
acordes de guitarra
y con calma
veo la puesta de sol en la playa
con las Cíes al fondo desde Cangas
¿y qué pasa?
Si lo digo claro,
no estoy callado
ni estafado
entiendo las normas del juego
por eso no doy cova
y vivo a mi bola,
rompiendo las reglas
y en tu cama
susurrarte al alma
mis experiencias tempranas
y cotidianas,
ya volverá la noche
a traer las estrellas
y mientras sigo tu estela
veo la vía láctea
y salto
de cabeza al agua
y me sumerjo
en las dunas que se forman en el agua,
como surfeando las olas
de una vida confusa y ceñida
al esquema
pero eso no es mi apuesta
pues corro a la periferia
y desde las montañas
desciendo
el sendero
rodando cuesta abajo,
descenso libre
en bici
y me libro
gracias a los libros
de las ideas preconcebidas
y precocinadas
de pasada
como una receta
congelada
de la fila de espera,
y ya seré el último del purgatorio
pero en el promontorio
lo abólio
y eufórico
se que mientras
voy
camino al cielo
con el infierno
en mi corazón
dándome fuerza
como un equilibrio dual,
y te saco a bailar
y te canto
estas líneas finas
entre la locura,
la independencia y el amor,
y todos a la vez
cogemos la vía
que nos lleva rumbo
a ese día
de obelisco
donde cielo y tierra
se tocan
y crean
un horizonte
hacia el que correr solos o de la mano
y la hago
ya será otro el que recoja
las plumas
de mis alas
de ángel caído
porque amigo
yo tengo pendiente lo vivido,
revivir
y aprender a sentir
porque aun queda camino
para rato
mientras me delato
y salto
a un nuevo asalto
en el mar
de los sueños soñados.

1 comentario:

  1. nO EXISTE DOLOR ALGUNO QUE COMPRENDA EL MOVIMIENTO
    DE PORQUE ME MUEVO SOLO
    DE PORQUE NO ESCUCHO EL VIENTO.
    SALVO YO QUE SE RECONOCERME Y NUNCA , NUNCA JAMAS SABRE OLVIDARLO.

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