martes, 10 de enero de 2017

La misma historia de siempre, que casualmente no aparece en los libros

"Nos invitaron a no reabrir viejas heridas, 
como si las heridas de este país 
alguna vez se hubieran cerrado."


Porque son mis muertos los que están en las cunetas, no los tuyos;
no eres tú quien tiene que escuchar hablar a su abuela de como iba a ver a su padre a un campo de concentración,
no eres tú quien tiene que ver día a día cómo crece la miseria,
cómo la gente deja los institutos,
ver en los ojos de quien quieres la duda de si podrá pagarse un año de universidad, de si podrá estudiar, de si siquiera podrá trabajar en algo;
no eres tú quien se ve oprimido día a día,
quien sufre toda vuestra herencia,
quien sobrevive a este sistema que habéis perpetuado los mismos
                                                               que habéis perpetrado miles de salvajes actos:
torturas, suicidios, encierros y paseos sin retorno
a una vida que nos habéis obligado a malvivir,
sufriendo por no saber cómo ni hasta cuándo podremos seguir.

No nos digáis que no reabramos viejas heridas,
porque las nuestras
todavía hoy
siguen supurando.
Y es nuestro olvido obligado el que nos negamos a callarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario