Partimos de lo que somos para soñar imaginarios nuevos, pero nuestros sueños se nutren con un poso que arrastramos y nos arrastra.
Brigitte Vasallo
La libertad simétrica de la que disponemos para decidir sobre nuestras vidas es un burdo espejismo utilitario mientras sigamos viviendo dentro de este sistema.
Y así caminamos
tratando de abrir senderos
entre matojos de espinos
que nos arañan las piernas
desgarrándonos a nuestro paso.
Podría sonar a incerteza o utopía,
pero en caso de soñar
¿por qué no soñar a lo grande?
Un mundo nuevo,
una vida nueva,
unos caminos nuevos;
y un sendero eterno en el que forjar vínculos que florezcan
en todas direcciones
aupándonos
hacia arriba,
hacia el cielo,
y hacia más y más allá
de lo que podamos llegar a creernos
con alcanzar,
quizás así nos atrevamos por fin a caminar
siendo felices
y libres,
siendo libres
y felices
porque es lo que importa ¿no?
Sanos,
felices
y en libertad,
y lo demás da un poco igual.
Ven,
dame la mano,
atrevámonos a soñar.
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