Entre el día y su luz
yo crecí
cual viento de verano
y me topé con la vida
dispuesta a existir,
abrí cielos y tormentas
como estrella fugaz,
recogí versos y poemas
como nube en el mar;
y ahora solo quedan
rastros de paz
y un inmenso manto blanco
de ríos de espuma:
vivaz nacimiento estival.
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