lunes, 9 de septiembre de 2024

Sálvate a ti mismo

A veces ya no queda nada que salvar,
salvo a ti mismo.

Karmelo C. Iribarren



A veces ya no queda nada que salvar,
salvo a ti mismo.

Qué frase más certera
para cuando se derrumban los espejos,
nuestros reflejos se hacen añicos
y solo quedan pedazos inciertos de recuerdos que nunca vivimos.

Cuando los templos queden vacíos,
cuando la vida se apague como un soplo,
cuando ya no haya sonrisas en nuestros rostros,
cuando la risa deje de sonar como un río.

Será entonces
cuando sepamos
que ya no hay más salida
que la de salvarse a uno mismo.

Y es que si nadie más está
¿quién estará para nosotros
más que nosotros con nuestros silencios y vacíos?

Tristes destrozos de lo que un día fuimos.

Sálvate,
sálvate a ti mismo.


A veces ya no queda nada más que salvar,
salvo a nosotros mismos.

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