miércoles, 23 de mayo de 2018

Este sistema nos quiere rotxs

¿Por qué no empezamos a contextualizar lo que nos ocurre 
más allá de nuestra responsabilidad individual?
Mar Gallego



Este sistema nos quiere rotxs
y le estamos dejando,
mientras nos machacan a diario
miramos a otro lado
y si algo sale mal
no dudamos en autoinculparnos,
es normal
así nos han educado
en sufrir
programados para callarnos
antes que plantearnos
que todo está atado y bien atado
de antemano.

Este sistema nos quiere rotxs
y le estamos dejando,
callamos
y nos avergonzamos,
huimos
y nos escondemos,
convirtiéndonos en pobres enfermos
que son incapaces de recoger sus pedazos
que dejamos por las esquinas
a trozos.

Este sistema nos quiere rotxs
y le estamos dejando,
somos
a diario
explotados
y cada noche
lloramos
culpándonos
de todo lo malo que pasamos,
como si fuésemos nosotros
y solo nosotros
quienes nos lo hemos buscado.

Este sistema nos quiere rotxs
y le estamos dejando,
somos depresivos
ansiosos
enfermos
trastornados
solo un puñado de destrozos
entrenados para beneficiarles
y autoinculparnos
día a día
como si nos lo hubiésemos buscado.

Este sistema nos quiere rotxs
y le estamos dejando,
y mientras tanto
nosotros perdemos
y ellos van ganando.

No estamos destinados a fracasar,
ni a sufrir,
ni a abandonar por no resistir,
ni a llorar sobre la almohada hasta dormirnos,
ni vivir sin ganas,
sin ilusión,
sin esperanza.

No estamos destinados a morir así.

No tenemos que pagar sus platos rotos,
porque no somos trozos con los que jugar,
muñecas de trapo de usar y tirar,
el próximo álbum de fotos que abandonar
al fondo de un armario del que es imposible escapar.

No,
nosotros no estamos solos,
tenemos a otros
y juntos
dejaremos de ser esos pobres desgraciados rotxs
que el sistema quiere para perpetuarse sobre nosotros.

No,
no volveremos a ser esa pobre historia triste
de cada día.

No,
es hora de unirse y reconstruirse,
acabar con las prisas y querernos un poco,
porque ya está bien de ser tachados siempre de locas.

No,
ya es hora de amarnos sin reparos,
deconstruir las sombras de nuestros ojos hasta apreciarnos,
y caminar orgullosas por el barrio sin escoria ni farolas.

Porque sí,
porque nos lo hemos ganado
y ha llegado de una vez por todas
la hora
de levantar la cabeza
y dejar de ser su generación rota.


No hay comentarios:

Publicar un comentario