La gloria del perdedor
la derrota en los ojos
la mirada herida de muerte que no encuentra refugio bajo la lluvia,
llanto de vida
canto de muerte
espero que todo me lleve y nada quede
salto de peñasco en peñasco esperando resbalarme
y así voy
en caída libre y sin frenos.
Supongo que es la madrugada
que el humo del cigarro ya se eleva bien lejos
pero solo el destino reparte las cartas
y el solitario ya se ha escrito a sí mismo.
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