martes, 3 de diciembre de 2019

Habrá valido la pena

El fin del mundo nos pillará sin saber qué hacer,
así que follaremos
¿qué otra cosa íbamos a hacer?

Ahí afuera aún quedan rastros de poesía
solo hace falta buscarlos,
pero a las 8 de la mañana
las miradas del metro van más apagadas que de costumbre,
diles tú de soñar
que se reirán en tu cara
-eso con suerte,
lo más probable es que te miren,
bostecen
y sigan dormitando hasta su parada-.

Ya te lo he dicho:
el fin del mundo nos pillará follando
porque ¿qué otra cosa íbamos a hacer?
Ahí fuera es todo humo, cenizas y cigarros,
aquí el orden es distinto,
cigarros, humo y cenizas
que acariciar con las manos desnudas
para levantar un templo al amor,
al sexo,
y al puro placer,
¿Eso es ya bastante no?

Al menos más de lo que sueles encontrar.

Ya lo creo -pienso mientras expulso el humo del cigarro lentamente-
ya lo creo.

Ella me mira,
sin comprender del todo,
creo que realmente yo tampoco lo entiendo,
pero miro a sus ojos
y vale la pena
¿el qué?
todo.

Se lo digo y me sonríe,
-A ti lo que te pasa es que has dejado de soñar hace ya demasiado tiempo-.
Vuelvo a sonreír
-Es muy probable- le contesto, - pero... ¿acaso importa?

-Sí-. Solo eso. Nada más. Se queda callada durante unos instantes.
-Lo importa todo.- Sentencia. Me sonríe. Y me besa. -Lo importa todo.-

Yo, desconcertado primero,
sorprendido luego,
sonrío.
Apago el cigarrillo
y le sigo.

Me pierdo en el tiempo
y en el infinito.
Y ella
me deja hacer.
Me deja ser.
Eternidad.

* * *

El fin del mundo nos pillará sin saber qué hacer.
Eso está claro.
Así que nosotros eso...
pues esperaremos follando.

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