mientras se desteje un manto de luz,
el mundo se baña por la mañana
y el destello de mar redunda en azul.
La tibieza encharca los pechos,
la calma desborda las miradas,
el sol ilumina el cielo
y el paseo se pinta de almas.
La prisa se ralentiza en el instante
y la vida rebosa palabras,
la salitre se arremolina flotante
y todo se pinta de sonrisas blancas.
La risa inunda la apasionada
imagen de punto que se ve a trasluz,
la eternidad es agua de caricias veladas
y la primavera grabando su nombre y es: Tú.
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