domingo, 29 de octubre de 2023

Carta desde el Atlántico

Siento mucho haber tardado tanto en volver a escribirte. Me ha costado afrontar la titánica tarea que implica contarte tantos meses condensados en una breve carta, pero por fin he logrado abordar el desafío. Quizás tratando de elaborar un texto breve y conciso sea más sencillo. Pero ya me conoces, soy poeta, y eso significa desgranar la belleza de la cotidianidad y tejer un retal de acuarelas con la realidad.

¿Cómo estás? ¿Qué tal estos meses? Tengo muchísimas cosas que contarte. Buenas y malas, pero sobretodo buenas. He vivido meses intensos y completos, no he parado quieto en ningún moemnto, pero eso me ha permitido encontrar la calma en el caos, toparme con la felicidad en el instante que arde como una llama incandescente que arde de forma intensa durante un breve periodo de tiempo. El sueño del fuego. Más allá de los límites.

Ya me conoces.

Fluyo, como esta vida líquida que nos ha tocado habitar y ahí, en sus revueltas aguas de mar, he encontrado la forma de mantenerme a flote y respirar. Quiero contarte mucho más, de forma extensa todos estos meses, pero por ahora prefiero contarte un poquito y dar señales de vida, lanzarte esta botella al mar con este breve mensaje en su interior.

Como resumen te contaré que las cosas me van bien, tanto individualmente como profesionalmente, y también en el ámbito de las amistades. Quizás soy demasiado optimista, pero me estoy permitiendo sonreír más.

[...]

Este verano he trabajado como monitor, durante dos meses, y ha sido una experiencia increíble. Eran campamentos de 10 días, completos, durmiendo allí, en tiendas de campaña, y descansando cuatro días entre campamento y campamento. Así todo Julio y todo Agosto. Y ha sido, creo, uno de los mejores veranos de los últimos años. Desconectado completamente de la realidad, viviendo el microcosmos que son los campamentos. Allí he conocido gente fantástica. He conectado con muchísimas personas, he construido amistades hermosas. He descubierto personas con mis aficiones, intereses, pasiones... Gente con mi misma forma de enfocar la vida y que te abraza cuando lo necesitas. 

Y me ha gustado eso. Me he sentido cuidado, protegido.


Los campamentos son duros, puede sonar a tópico, pero es cierto. Igual que estás desconectado de la realidad exterior, también puedes sentirte muchas veces muy solo. Trabajas durante horas, duermes muy poco tiempo. De media entre cinco y tres horas diarias. Durante todo el verano. Es un trabajo muy intenso física y emocionalmente y siempre tienes que estar al 100% para los niños, para pasar tiempo con ellos. Y a veces te preguntas qué haces allí, cuál es tu lugar en el equipo, en ese mundo que se crea... Y en esos momentos que te tambaleas es imprescindible tener puntos de apoyo. Y esas amistades que he hecho lo han sido. Personas preciosas que me han cuidado, querido, abrazado y cobijado cuando más lo necesitaba. Y ha sido muy bonito.


[...]


En Septiembre comencé el ciclo de Guía turística. Creo que no te lo había dicho, pero he decidido formarme para ser guía. Me he dado cuenta de que es la mejor forma de cumplir mis necesidades vitales y al mismo tiempo trabajar. La sociedad nos direcciona hacia la productividad, hacia la vida estable, hacia el dinero, hacia tener un trabajo estable. En esa dirección el trabajo de monitor de campamentos es complicado al ser un trabajo estacional limitado, en su mayor parte, al verano. Además, como bien sabes, para mí viajar es una necesidad vital que necesito satisfacer. Por eso, tras mucho reflexionar, tras muchas crisis vitales y existenciales, me he dado cuenta de que el trabajo de guía acompañante sería una forma bastante adecuada de cubrir esas dos necesidades: por un lado me permite tener dinero de forma más o menos estable y, por otra, la realmente importante, me permite viajar de forma mucho más regular. Es verdad que viajar trabajando no es lo mismo que viajar libremente, pero creo que es una buena forma de gestionar ambas partes de la balanza y poder ganar dinero mientras trabajo viajando.

Siguiendo esa línea de pensamiento... Se me han presentado ya dos oportunidades y ahora a lo largo del mes de octubre pude trabajar dos veces de guía acompañante de viaje. Uno de los viajes fue un fin de semana al norte de Galicia, el otro viaje fueron cuatro días por Toledo y pueblitos alrededor de Toledo. Fue una experiencia increíble! Por primera vez en mi vida estaba cumpliendo mi sueño de vivir viajando, de trabajar viajando! Me estaban pagando por viajar! Mi felicidad era indescriptible!

Es verdad que es también un trabajo duro e intenso en el que tienes que estar atento de mil pequeños detalles y de que todo funcione bien. Tú eres la persona que explica el viaje, que gestiona todo lo relacionado con hoteles y comidas, cualquier necesidad de los viajeros... Es duro. Sí. Pero lo disfruto mucho. Creo que es una buena dirección hacia la que encaminar mi vida.

Estoy ahora mismo contento con ello.

Este verano me ha permitido conocerme mucho más a fondo. He descubierto mis capacidades y habilidades, he aprendido a quererme, a valorarme. He explorado quien soy, mis potencialidades. He aprendido también a admirarme como los demás me admiran, a cuidarme como los demás me cuidan, a respetarme como los demás me respetan. Me permito verme como los demás me ven. 
He comprendido que soy una persona cuidadora, que soy una persona que se adapta, que soy una persona capaz de cualquier reto y desafío. He comprendido que puedo hacer lo que me de la gana porque tengo la capacidad para ello, que soy una persona con un perfil animador, cuidador y que en muchas ocasiones puedo ser un líder que sabe dirigir grupos y que es capaz de sacar el potencial que hay en los miembros de un equipo. He aprendido mucho sobre mí.

Ahora me conozco en mucha mayor profundidad.

Ahora me admiro.

Y eso me ha dado alas, me ha dado libertad,
me ha proporcionado la fuerza para volar.

He crecido como hacía mucho tiempo que no crecía.


[...]


Como ves las cosas me están yendo bastante bien. Estoy contento.

Y supongo que por eso te echo tanto de menos. Me encantaría poder verte y compartir contigo mi felicidad. Me encantaría poder disfrutar de tiempo contigo. Quizás podríamos un día intentar hacer una videollamada y ponernos al día un poquito más, que me contases qué tal te va todo, qué tal estás.

¿Qué te parece?

Espero que a ti te esté yendo todo genial. Dije que iba a ser un mensaje corto, pero no he sido capaz.

Ojalá poder verte pronto. Y ojalá estés siendo muy feliz. 

Quiero saberlo todo sobre ti. 

Espero poder leerte pronto.

Te quiero mucho!

Un abrazo muy muy fuerte!

Iago

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