abriendo senderos,
construyendo caminitos,
dejándonos llegar
a la felicidad
entre nuestros dedos.
Pequeños retazos de abrazos,
besitos sinceros,
futuros que forjar
con trabajo y esmero.
Dejándonos llegar
a dónde nos lleven los sueños.
Dejándonos llegar
a dónde sea como elegimos querernos.
Con cuidados,
comunicación
y afectos.
Desdibujándonos los miedos
bajo el calor de nuestros cuerpos,
de nuestras palabras,
de nuestros actos que son espejos.
Viéndonos
vulnerables
ante los pasos que nos atrevemos.
Lanzándonos
a cometer actos
que pocos nos llamarían cuerdos.
Construyendo hogar
inseguros, pero eligiéndolo.
Construyendo paz
frágiles, pero con el corazón abierto.
Pasito a pasito
abriendo caminitos,
porque queremos llegar
a dónde el otro nos impulse
a soñar más y más lejos.
Que suerte es
con implicación y trabajo
querernos.
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