Hace frío estos días
y eso sumado a que estoy ordenando toda la habitación y todas las cosas de Francia que todavía me quedaban por guardar, hace que sienta unas irresistibles ganas de viajar.
Camino por las mañanas y huelo el frío aire
y siento que estoy en otros lugares,
en otros sitios.
El otoño ha llegado y la nostalgia viste el corazón.
Me gustaría estar en Francia,
hecho de menos Francia.
Va a comenzar una fase nueva en mi vida
y el vértigo me envía directamente a otros recuerdos,
a otras huellas,
a otras vidas no vividas que no pude vivir,
que no me atreví a vivir,
que solo supe soñar.
Y echo a caminar
por los recuerdos y sus senderos
y me gustaría estar caminando por los campos segados dónde el frío
comenzaría a vestir de invierno la campiña francesa,
los paisajes de animales escondiéndose,
ciervos correteando entre berreas
y conejos saliendo de vez en cuando de sus madrigueras.
* * *
Hace frío.
Y los recuerdos cobran vida en mi pecho:
La nostalgia,
el dolor,
el vacío.
El sucio sufrimiento no curado
que se niega a irse
cuando los pensamientos intrusivos
surcan veloces
mi destruida mente.
* * *
Hace frío.
Y me gustaría estar en otros lugares,
en otros sitios.
Sintiendo el otoño en los campos de colores rojizos.
* * *
Y no me malinterpreten.
No estoy tan mal.
Pero tampoco estoy bien.
Salí herido
y no sé bien cuándo las cicatrices dejarán de ser mi piel.
* * *
Hace frío estos días.
Te crees que salí ileso,
me miras y te piensas que estoy bien.
Ileso - Sharif y G Sony
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