en mi mirada,
brillando,
luminosa,
y supe que había caminos,
que había esperanza.
Te revelé mis más profundos sueños
y tú
sonriente
te lo cuestionaste todo
y te lanzaste a ello.
Viviste siguiéndolos,
los tuyos, los nuestros,
y ahora sigues viviendo
buscando la felicidad
en el camino que construyes por fuera y por dentro.
Y yo
al verlo
me lo planteo todo.
Y yo
al verlo
siento que me fallé
por romperlos.
¿En qué momento me creí
que no podría ser feliz?
¿En qué momento asumí
que no podría vivir así?
Y es que
¿por qué yo no?
¿por qué no estoy haciéndolo?
¿Qué me pasó por el camino?
¿En qué momento me dije a mí mismo que no podía?
Si yo
antes creía
que con todo podía.
Y tú,
y tu mirada,
y yo,
y mi sonrisa,
y un abrazo que no termina
y ojalá caminar de tu mano
descubriendo juntos la vida.
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