lunes, 19 de diciembre de 2022

Por ahí no

Me ha saltado una alarma,
fue solo un instante,
pero de todo ocurrió:
el cuerpo se me estremeció,
el pecho se me encogió,
algo se me clavaba hondo
y todo mi ser gritaba:
por ahí no.

No podía permitirme ser tratado así.

Todo mi ser gritaba:
por ahí no.

Y como si fuese esto un comic,
todo mi entorno tembló,
mi cabeza buscó salidas,
y lo primero que me vino fue 
dolor,
después tristeza,
y un tercer pensamiento que todo analizó
pensó en un sentido arácnido
que del derribo de mis límites
me avisó.

Y es que en esos breves instantes,
una alarma sonó
y todo mi ser gritaba:
por ahí no, por favor,
por ahí no.

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