Me he ido
como un tren nocturno de larga distancia
que pasa de largo
sin apenas haber tenido tiempo de observarlo
en medio de la escarcha
de este invierno de soledades
que es el fuego ardiendo
lejos de donde ser aliento
para sobrevivir al paso del tiempo
sin llegar del todo a comprenderlo:
salitre salvaje en el pecho.
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