hay una suerte de azar entre el perdón y el dolor,
la mortaja mortuoria del sentido
yace inerte con su nebulosa sonrisa.
¿Dónde yo?
¿y tú?
¿y el riesgo?
Y un baile sincopado de usura y desmanes.
Alicatada noche de luna oscura
y la zizalla de sus defensas
asolan las murallas de un corazón
caído en el olvido un triste 29 de mayo.
¿Y el futuro?
¿Y el pasado?
Dios se vanagloriaba de su creación
mientras nosotros sufríamos
por amor
por perdón.
Sorprenden sortilegios de triste rutina
de malabáricos bailes de equilibrios interregnos,
luz sin llama - sombra sin salida,
príncipe de la oscuridad - señor de la poesía,
cruel intento de fugarse
de esta deforme vida.
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