lunes, 8 de octubre de 2018

Adiós, adiós, soñemos con soñar

En la luz de la noche
la oscuridad de todos los niños que soñaron
se pierden por los rincones
creyendo que podrán detener el paso del tiempo
y se engañan
esperando esperanzas que ya no volverán
no miréis más atrás
no miréis más a vuestras huellas
avanzad
avanzad
mientras los truenos retumban por los oídos sordos
ya no hay salida
a tanta mala suerte
y el final está cerca
sagrado sueño de mi pecho
y después de lanzarse al vacío
y contar
y contar
1,
2,
3,
salto mortal hasta descansar
por siempre jamás.

Los fumadores de fe
se han tragado todo el humo
y haciendo oes con los dedos
creyeron poder detener el tiempo
cuando todos
todos
sabíamos que ya no había vuelta atrás.
Y jamás
jamás
podremos comprender el final de la partida
no hasta que cojamos distancia y perspectiva.

Los soles ya no están
y lloran
lloran riéndose de nosotros
fútiles intentos de construir castillos que se derrumban entre nuestros dedos.
Demasiado fuerte.
Demasiado débil.
Nuestra propia mente es cárcel de cristal
laberinto del que tratar de escapar
refugio de fantasmas y demonios del más allá.

Adiós
mis amigos.
Adiós
mis hermanos.
Adiós
mi país.

Adiós
a la luz.
Adiós
a la oscuridad.
Adiós
a todo.

Ya solo queda caminar.

Adiós
mis amigos.
Adiós
mis hermanos.
Adiós
mi país.

Nos veremos cuando nos volvamos a encontrar.

Adiós
a la luz.
Adiós
a la oscuridad.
Adiós
a todo.

Ya solo queda caminar.

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