Hoy no estás
otra vez
y el mundo sigue a nuestro alrededor,
pero yo,
yo me he quedado suspendido en tu recuerdo,
como un atardecer incapaz de dar paso a la noche,
como una vida que sobrevive a base de quizás.
Hoy no estás
y tu memoria me pesa más que cualquier losa sobre la que bailar
hasta morir,
porque sin ti estoy muerto en vida.
Hoy no estás
y yo recorro todos los rincones que respiran a base de ti,
que se aferran a tu olvido,
que amanecen de ausencias
y juegan a las escondidas con la felicidad.
Hoy no estás
y solo queda seguir,
hasta naufragar
entre sueños rotos que poco a poco me aniquilan.
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