Me desgarran mis entrañas
la ausencia y dolor
de un mundo sin vida
que todo arrasó,
el incendio en el cielo,
la tormenta interior,
la barbarie de la muerte
que todo segó.
Perdido, desorientado,
me refugié en mis heridas,
sucumbí a la agonía,
desaparecí entre apatía.
Hundido, cansado,
desamparado ante la vida
que nada queda,
que todo se ha llevado.
Me desgarran mis entrañas,
en los maullidos lejanos
que trae el viento entre la niebla,
que trae el silencio en sus labios.
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