sábado, 21 de marzo de 2020

El último límite es el universo

Puedes mirar al cielo y comprobarlo,
puedes mirar al cielo y comprobarlo...

El infinito es lo que cabe entre la vida y nuestros sueños,
todo está más allá de lo que nos cabe entre los dedos,
somos viento,
somos viento,
levanta la mirada
y alza los brazos,
la música resuena por todos los rincones de este mundo, de este patio,
de este barrio que desgasta silencio por sus cuatro costados.

Somos eternos cuando nos levantamos del barro,
somos fuego ardiendo cuando soñamos despiertos,
solo tienes que creer tenerlo todo
todo
todo
en este mundo azul
que es la vida pintada de retazos de cielo.

Puedes mirar al cielo...
sí,
puedes mirar al cielo.

Coge la mesa, las luces y el micrófono
y grita bien alto por tu balcón,
somos vida
entre mil fragmentos rotos de cristal.

Coge la vida entre las manos, el lápiz, el papel y el verano
y tendrás todos los secretos del universo
al calor de los años.

Puedes mirar el cielo
y comprobarlo.

Hacemos camino,
hacemos eternidad de lo inesperado,
somos llamas que se consumen sin cuidado,
somos pistas de baile girando y girando.

Las torres se alzan ante nosotros
y ciegos las podremos destrozar.

El mundo levanta muros contra nosotros
y libres los podremos derrumbar.

Eiffel en los cascos,
el humo en el pasado,
y las sombras que todo lo cubren
domadas
como cuervos blancos
que nos susurran lo que esperamos.

Ven,
dame la mano,
abrimos senderos,
abrimos futuros inexplorados.

Si miras al cielo podrás comprobarlo...
sí, si miras al cielo podrás comprobarlo:

El último límite es el que queramos marcarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario